Quisapincha, ruta oficial del cuero

por: Sara Michelena

Chompas, sombreros, bolsos y cojines son parte de la oferta. Todos estos artículos tienen una sola característica en común: su confección en cuero.
A 113 km de la capital ecuatoriana y a 30 minutos de Ambato está Quisapincha, una pequeña parroquia del cantón Ambato que fue declarada ruta turística del cuero en el 2006, según la Gerencia Regional Sierra Centro del Ministerio de Turismo y el Programa de Desarrollo Rural y Territorial.
Ganó este título únicamente por la confección en cuero, ya que la curtiembre de la piel de la vaca se realiza en Ambato.

Este pequeño poblado, con alrededor de 12.400 habitantes se ha convertido en un sitio de alta concurrencia por su feria, abierta sábados y domingos de 7h00 a 18h00, y los grandes locales asentados en la entrada del pueblo.
La diversidad de modelos y las historias de los artesanos han hecho de la feria un evento esperado, que como en todo pueblo devoto sucede en las faldas del sitio más importante del perímetro: La iglesia.

El municipalidad ambateña capacitó a 100 artesanos con ayuda del Gobierno chino y el apoyo del Consejo Provincial de Tungurahua, pero fuera de esta capacitación también existen productores que han aprendido “a la brava” como Mesías Pachucho (52), padre de la actual reina de Quisapincha, que después de deambular once años por calles guayaquileñas regresó por amor al oficio y por Ana, su esposa, con la que actualmente comparte el negocio.
Fanny Yánez (40), otra artesana, asegura que Quisapincha es un baúl de anécdotas: La visita de Silvester Stallone, actor de cine, la justicia indígena, la feria de animales.

“No sé por qué no fue noticia, pero hace 5 años en el local de mi hermano, el almacén Lozada, a la entrada del pueblo, llegó el mismísimo Silvester Stallone”, asegura que pasó desapercibido los primeros cinco minutos y después la gente se desesperó por agarrarlo.
Su esposo Edilberto Poveda (42) dice que Quisapincha es más que un bastimento de cuero, destaca el éxito de la justicia indígena. “Si esperáramos a que la justicia normal llegue tendríamos la misma cantidad de ladrones y turistas, gracias a los indios Quisapincha es un sitio tranquilo”. Edilberto recuerda que en el 2005 dos “brujas” fueron atrapadas en la loma de Cauasil y castigadas severamente por supuestos engaños a la comunidad.

Historias y belleza en cuero. Los puestos ofrecen de todo un poco. Los accesorios oscilan entre los $3 y $60. Los vendedores aseguran que como en todo negocio las ventas no son ni la sombra de lo que fueron años atrás. Según Mesías hace cinco años vendía por lo menos cinco chompas al día, “ahora solo chucherías de tres y cinco dólares”.

La crisis mundial también golpeó al mercado del cuero, pero quienes llevan el oficio en la sangre trabajarán la piel de la vaca hasta las últimas consecuencias. Fanny, Edilberto y Mesías, esperan la llegada de cientos de turistas, solo que cada fin de semana, se levantan con la esperanza de vender por lo menos “una chompita más”.